Soy miembro

Descripción de la serie

SOY MIEMBRO

Estos son mis compromisos:  Cada Domingo estamos enseñando un tema que tiene que ve con el valor de ser un miembro de la iglesia.  Hemos hecho el énfasis de que no es sobre “membresía”, propiamente dicho, de lo que estamos tratando, tal palabra  se puede interpretar como tener un lugar en un club y no de ser una parte en un cuerpo (Rom. 12:4-5; 1Cor. 12:12;25-26). Entonces ¿cómo seré un buen miembro del cuerpo de Cristo, la iglesia?

Seré un miembro de la iglesia diligente:  1 Corintios 12: ‘Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo’ (1 Cor. 12:27, NVI). Como soy parte del cuerpo de Cristo, debo tener una función, ‘ojo’, ‘oreja’ o ‘mano’ Como miembro diligente, con una función en particular, me comprometo a dar, a servir, a ministrar, a evangelizar, a estudiar. Procuraré ser de bendición a los demás. Recordaré que ‘si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan’ (1 Cor. 12:26, RVR1960)”.

Seré un miembro que procura la unión:  Efesios 4:1-3  Procuraré ser un factor de unidad en mi iglesia. Sé que nadie es perfecto: ni los pastores, ni el personal, ni los demás miembros de la iglesia. Pero yo tampoco soy perfecto. No seré fuente de rumores, chismes ni disensiones. Una de mis mejores contribuciones es hacer todo lo que pueda en el poder de Dios para mantener la unidad en la iglesia, por amor al evangelio.

No le impondré mis preferencias ni mis deseos a la iglesia:  Marcos 9:35.  No impondré mis preferencias ni mis deseos en la iglesia. Eso sería servirme a mí mismo. Soy miembro de esta congregación para servir a los demás y a Cristo. Mi Salvador fue a la cruz por mí. Podré superar cualquier inconveniencia o asuntos que no sean de mi preferencia o estilo.

Oraré por el pastor y los líderes de mi iglesia: 1 Timoteo 3:2-5.  Oraré por mi pastor y por los líderes de mi iglesia todos los días (Efesios 6:19). La tarea del líder nunca termina. Sus días están llenos de numerosas demandas que los afectan emocionalmente. Tienen que tratar con personas de diversas opiniones y caracteres, hasta con los que les critican. En cuanto a mi pastor, debe ser un buen esposo y padre. Como mi pastor y los líderes no puede depender solos de sí para todo lo que tienes que hacer, diariamente le pediré a Dios que les dé fuerzas y sabiduría.

Guiaré a mi familia para que seamos buenos miembros de iglesia: Efesios 5:22-33, 6:1-4.  Yo soy miembro de una iglesia. Guiaré a mi familia para que ellos también sean buenos miembros de la iglesia. Oraremos juntos por nuestra congregación. Adoraremos juntos allí. Serviremos juntos en nuestra iglesia. Le pediremos a Cristo que nos ayude a enamorarnos más de la Iglesia, porqué Él entregó Su vida por ella.

Valoraré el regalo de ser miembro de iglesia: 1 Corintios 12:27-28.  Yo soy miembro de una iglesia. Ser miembro de una iglesia es un regalo. Cuando recibí el don de la salvación mediante Jesucristo, me convertí en parte del cuerpo de Cristo. Poco después me identifiqué con una congregación local y me bauticé. Ahora me siento honrado de servir y amar a los demás miembros de nuestra iglesia. Oro para no desestimar nunca mi membresía, sino para verla como un regalo y una oportunidad de servir a los demás, y de ser parte de algo mucho más grande que cualquier individuo o miembro.

 

Mensajes