Bajo el Altar de Dios

Descripción de la serie

SERIE: BAJO EL ALTAR DE DIOS

Nadie puede adorar a Dios basado en su virtudes personales.  Ninguna persona que haya existido desde la creación de Adán hasta nuestros días adora a Dios fundado en su dignidad, moralidad y justicia propia (Romanos 3:23).  Desde la época patriarcal los hombres llegan a Dios por medio de un altar con ofrenda de sacrificio por sus pecados, o sea un sustitutivo a su favor bajo la promesa de Dios de recibir el perdón de Su parte. 

Ese altar, en la antigüedad era el elemento básico para hacer llegar a Dios lo fragante de la ofrenda (Exo. 20:21-26; 29:18)..  Fue característico de los patriarcas la edificación de altares para el servicio y la adoración a Jehová.  No obstante era algo cultural, los hombres edificaban altares a sus falsas deidades con el mismo propósito.  En esas estructuras se ofrecían diferentes tipos de sacrificio animal y hasta vegetal incluyendo granos.  Dice W.E. Vine:

Mizbeaj se usa también en relación con altares paganos: «Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera» (Éx 34.13). El nombre se deriva del verbo hebreo zabaj, el cual significa literalmente «matar para comer» o «matar para sacrificar». Zabaj tiene cognados en ugarítico y arábigo (dbj), acádico (zibu) y fenicio (zbj). Otro nombre veterotestamentario derivado de zabaj es zebaj (162 veces), que generalmente se refiere a un sacrificio que establece comunión entre Dios y los que comen del sacrificio.

Miremos a través del llamado de Dios a Isaías 6:1-5 como una conclusión al significado o simbolismo del “altar”:   en la Biblia el uso de un altar tiene el significado de una relación apropiada entre el hombre y el Señor, a esto se le llama “Adoración”, y es el reconocimiento de que Dios está en lo alto y el adorador abajo, “Bajo el Altar de Dios”; Dios es Santo y el hombre es pecador; Dios es grande y sublime (excelso), el hombre es insignificante, minúsculo en la inmensidad de la creación; Dios es toda sabiduría, el hombre es necio, vanidoso; el ser humano está inhabilitado para adorar a Dios directamente, no es capaz de ofrecer humildemente un tributo sincero al Creador, aun el creyente más cercano a una comunión sincera con Dios ignora como presentarse al Dios que es Santo, Santo, Santo.  Un altar es una señal o recordatorio de lo que Dios nos ha dicho, perdonado, prometido o entregado. El altar no es el sacrificio o la ofrenda, pero nos permite presentar el sacrificio y la ofrenda con entendimiento y conciencia de lo que hacemos.

Propósito de la Serie

Que el oyente entienda su condición de pecador, y con humildad se acerque a Dios con el objetivo de agradarle en comunión santa y perdurable preparando su vida como sacrifico vivo a Dios.

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